Nuevo León, México – El biólogo Homero Treviño Villagómez, coordinador del bachillerato internacional de la Universidad de Monterrey (UdeM), ha lanzado un llamado a las autoridades para estar alerta y monitorear la presencia del pez diablo en los cuerpos de agua de Nuevo León.
El objetivo de esta vigilancia es determinar las acciones necesarias para erradicar este pez de los arroyos, ríos o presas existentes en la entidad, ya que su presencia representa un grave peligro para las especies nativas, que podrían ser desplazadas o eliminadas por esta especie invasora.
El pez diablo es originario de Sudamérica y, desafortunadamente, desde la década de los 90 se ha ido introduciendo en los cuerpos de agua del país. Su llegada a estos ecosistemas supone un riesgo significativo para las especies endémicas, ya que puede competir por recursos y hábitat, afectando así el equilibrio natural de la flora y fauna local.
“Hemos encontrado la presencia del pez diablo en algunos cuerpos de agua del estado, no solo en el río La Silla. Es esencial que el Estado realice un monitoreo constante para controlar la población de esta especie invasora”, advirtió Treviño.
La introducción de especies foráneas en un entorno que no les es propio puede tener consecuencias graves para el ecosistema local. El pez diablo, al no tener depredadores naturales y adaptarse fácilmente al nuevo ambiente, puede proliferar rápidamente y desplazar a las especies autóctonas, generando un desequilibrio en la cadena alimenticia y la competencia por recursos.
Ante esta situación, el llamado del biólogo Homero Treviño es urgente, ya que el control y monitoreo constante de las poblaciones de pez diablo son fundamentales para evitar un impacto negativo en la biodiversidad y el medio ambiente de Nuevo León.